Ayer he llorado pensando que María podía ser una de mis
hijas, no podía respirar, pensaba que la impotencia me oprimía el pecho.
El conjunto de una sociedad machista y una cultura de “ los
celos son amor “, no ha ayudado nada a muchas mujeres, y muchos hombres, creo que no se habla de eso casi nunca.
Recuerdo hace años en una entrada bloguera que pregunté, ¿Qué harías si llegas a casa y ves a tu pareja con otra persona? y varias respuestas fueron, quemo la
casa con los dos dentro, le mato, pensé
que ser infiel se penaba con la muerte y aunque parezca una estupidez es así.
El sentido de la posesión hace mucho daño, la gente cree que
porque tiene una relación esa persona le pertenece, no la ama, la poseé.
Vale que no todos vamos a matar por amor, o despecho, pero odiamos, u odian, yo no lo hago, y ese odio, ese
sentimiento de posesión es lo que lleva a ser un cabrón, si no es mía no
es para nadie, o si no me quieres no ves a los niños.. sí, ésta sociedad hipócrita
y enferma, es así, las parejas se piden sinceridad, sinceridad es decir, mira
salí a bailar y me puse cachonda/o con una persona y que no pase nada, sinceridad
es no negar nuestra naturaleza y aprender a convivir con ella.
Mi hija con cuatro
años llegó un día a casa y me dijo que
ella y una amiga eran las novias de un niño, eran tan amigas que no les
importaba compartir novio, pero, un adulto le dijo que eso no podía ser que los
novios no se comparten, entonces habló con su amiga buscaron otro chico y lo
echaron a suertes, es cosa de niños , la vida les puede enseñar con el tiempo
cosas, pero ¿Qué hubiera pasado si nadie les hubiera dicho nada? ¿Si nadie
invadiera su mente virgen para incrustar ideas? no lo sé
Hasta Aute cantó un día, una de dos o me llevo a esa mujer o
entre los dos nos organizamos si puede
ser..Quizá no sea el mejor ejemplo pero me vino a la cabeza.
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